En el futuro veo la soledad y
me sacudo de miedo, Me dijiste
Tu cara entristecida entre mis manos
Una lagrima en tus ojos contenida
Y tu angustia me es casi profética
Augurio de tardes silenciosas
Vacíos de morada abandonada
De vuelta a casa sin que te esperen
Brizas de una lejana niñez pasan por tu cara
Suena en tu mente la campana del liceo
Y el sol vuelve ser cálido como en primavera
Mientras el cerezo vuelve a florecer
No puedo auxiliarte en este trance
Me siento inútil como esas inscripciones
En las tumbas ya olvidas Disgregadas y
por el tiempo con la escritura ya borrada
las horas pasan en alas de una mariposa sin esperanza
afuera hierve el sol con sus historia de desengaños
adentro la penumbra aprieta el desconsuelo
iluminada por la tenue luz de tu mirada