Así será:
Cuando ya sea mañana y se apaguen nuestras voces,
se borrarán todas las palabras de amor que nos dijimos.
Se apagará la hoguera que nos fundía,
se separarán nuestros labios
y quedará solamente el silencio.
Cuando ya sea mañana y se apaguen nuestras voces,
se borrarán todas las palabras de amor que nos dijimos.
Se apagará la hoguera que nos fundía,
se separarán nuestros labios
y quedará solamente el silencio.
Se habrá borrado nuestra huella sobre la hierba,
las estrellas que miramos se volverán amnésicas
y se olvidarán de nosotros.
Y tú, invadida por el olvido,
ya no te acordarás de mí,
ni de esos momentos.
Y en otros brazos te estremecerás con otros abrazos,
y serán otros los labios que te besen
y otro aliento el que te queme.
las estrellas que miramos se volverán amnésicas
y se olvidarán de nosotros.
Y tú, invadida por el olvido,
ya no te acordarás de mí,
ni de esos momentos.
Y en otros brazos te estremecerás con otros abrazos,
y serán otros los labios que te besen
y otro aliento el que te queme.
Y lo nuestro será menos que una lágrima en el océano.
Y yo me internaré en un bosque de cavilaciones,
donde tiene su morada el olvido,
y pediré que calme mis angustias
con una ráfaga de indiferencia.
Y así, de ese modo, insensible,
te dejaré ir —sin sentir, sin pensar, sin mirar—
solo te dejaré ir.
Y cuando en el aire ya no quede huella
del perfume de tus cabellos,
ni en mis labios sienta el calor de tu aliento,
y ya mis manos no dibujen tus contornos,
entonces volveré a recordarme…
no de ti, sino de mí,
a quien tuve tanto tiempo abandonado.
Porque tu amor me tuvo perdido.
Y me reencontraré.
Y ya siendo el mismo,
quemaré en la hoguera de mi dolor
todas aquellas cosas que nos unieron…
y se volverán cenizas.
Y esos residuos, junto a uno que otro recuerdo,
los arrojaré al infinito mar del olvido.
Entonces, cual un preso, que cumple su condena
los arrojaré al infinito mar del olvido.
Entonces, cual un preso, que cumple su condena
seré libre.
Libre, sin saber lo que es la libertad.
Y cual ciego que abre los ojos,
a tropezones, extasiado de luz,
inundado de miedos,
comenzaré a renacer,
solo para retornar al lugar de donde no debí salir.
Y cual lobo que vuelve a su madriguera
y herido lame sus heridas,
volveré.
Y desde ahí,
veré cómo te internas en la niebla del olvido
únicamente para comenzar a evocarte.
Libre, sin saber lo que es la libertad.
Y cual ciego que abre los ojos,
a tropezones, extasiado de luz,
inundado de miedos,
comenzaré a renacer,
solo para retornar al lugar de donde no debí salir.
Y cual lobo que vuelve a su madriguera
y herido lame sus heridas,
volveré.
Y desde ahí,
veré cómo te internas en la niebla del olvido
únicamente para comenzar a evocarte.
el tiempo, con la clemencia de su paso,
anestesiará mi alma.