martes, abril 22, 2008

La esperanza

De: José María Vargas Vila

No matéis la Esperanza en el corazón del Hombre; el Hombre es un ser fundado sobre la Esperanza, que no vive sino de la Esperanza, ni tiene otra ventura sobre la Tierra que la Esperanza; La Esperanza es una fuerza más grande que la Fé, de la cual es una forma; sin la Esperanza, la Vida sería menos que un camino en la Noche: sería una Peregrinación en el Caos; no apaguéis ese divino Sol en las conciencias; ¿qué quedaría sobre el cielo de las almas?

El hombre puede resignarse a vivir sin la Ventura, pero no sin la Esperanza; ¡dejemos al Hombre la Esperanza!

Ella no alcanzará a salvarlo, pero alcanza siquiera a consolarlo; y el Consuelo es una Misericordia-ultrajante, como todas las misericordias del Destino —pero ¿a qué rebelarnos contra ellas, si no hay otras?

Solo hay una cosa que consuela de la eternidad del Dolor y es la eternidad de la Esperanza;
Los hombres, —que han creado a Dios— y creen en él, pueden hallar un refugio a su ilusión, a la sombra invisible de sus alas;
los que ya no creemos en nada, fuera del circulo de la Realidad que nos estrecha, ¿a dónde hallar un abrigo a nuestra Esperanza, en este naufragio absoluto de los dioses y de los hombres? ¿En dónde?

En el seno augusto de la Verdad; La Verdad, como la lanza de Aquiles, cura las heridas que hace; La Verdad es el alma de la Historia, y se exhala de ella como un perfume; Vivamos en la Verdad; y, digamos la Verdad;

la Verdad salva.

Eso dice Vargas Vilas, admirable escritor. Pero, ¿de qué nos salvará la verdad? Si nadie está condenado; si sólo estamos en esta vida para cumplir sus designios y nada más. Si todo esta escrito, si nuestro destino ya esta marcado ¿de que sirve la esperanza ante lo inevitable? ¿Y de que sirve la verdad frente a lo evidente?

En fin: “la esperanza, es el mañana de los que no tienen futuro”.

Otro comentario: la verdad no es el alma de la historia, ya que esta, generalmente se encuentra ausente de ella. Y es difícil encontrar la verdad en la historia. Ya que esta la escriben los vencedores y estos, han manipulado los hechos y escondido la verdad, hasta el punto de que ella se avergüenza y no se muestra.

sábado, abril 05, 2008

Acerca de la soledad


De pronto, una charla, una palabras al pasar y me queda dando vueltas una pregunta y me interrogo ¿dónde está el límite entre la soledad y la desolación? Al parecer, esta pregunta no me la hago solo yo, sino que muchas personas se la hacen y, lo extraño es concluir que existen muchas que razonan de forma similar.


Existe gente a las que les gusta la soledad en tanto esta les permite encontrase consigo mismas. Otras, atareadas y presionadas por los demás, claman por un momento de soledad. O como lo leí en un blog: de privacidad.


Sin embargo, existen personas gregarias que no soportan el hecho de estar solas; no requieren de un rincón para sí mismas ya que el contacto con otros individuos las vitaliza y ese roce constante le da un sentido a su vida. y hay otras que no requieren encontrase consigo mismas ya sea por temor a conocerse o porque se conocen tan bien que no requieren examinarse en soledad.


Sea como sea, el ser humano vive en tribus y sin lugar a dudas, el estar solo hasta el punto de aislarse de los demás no es bueno para el aislado y para el grupo que le rodea; incluso el cenobita no logra separase completamente del grupo; Por lo tanto, los individuos están condenados a vivir en sociedad.


Tengo la impresión, equivocada o no, de que las mujeres tienen mayor tendencia a sentirse solas y al hablar con ellas deduzco que ven la soledad como desamparo, sin el apoyo del grupo, y lo más extraño, es que basta el sentirse abandonada por una persona para que sientan esta orfandad.


El sentirse abandonado por cualquiera, sobre todo si ese alguien es una persona por el cual se siente afecto, trae consigo el sentimiento de pérdida, y una caída en el desamparo y el individuo se siente (como alguien me dijo) en “soledad desolada”.


A este respecto creo que la mayor de las soledades es cuando uno se abandona a si mismo y se entrega a la deriva de fuerzas que no comprende y ya no es capaz de lidiar con su destino, de ahí que la soledad no es el hecho de ser abandonado por los demás, sino el hecho subjetivo de no tener un asidero a que echar mano en el confuso devenir de los tiempos. Así, el individuo desolado es aquel que se ha perdido a si mismo en el sentido de que es incapaz de encontrar una tabla de salvación ya sea en si mismo o externa, en cambio el hombre solo, es aquel que consiente de su soledad, es capaz de surfear en las olas del cambiante mar de su destino. Es aquel que se sabe capitán de su barca y aunque no tenga claro su destino se aferra a ella y sabe que esta resistirá los golpes de las olas.

Sobre una obra de Doe

En un viejo estante de una aun más vieja librería de Buenos Aires me encontré un opúsculo titulado, “Alma espíritu y otras cosas”, editorial Buena Nueva, 1964, lo firmaba un tal Juan Doe. Y en el avión de regreso a Chile me entretuve en su lectura, la que me resultó un tanto extraño.

Postula el señor Doe que el cielo se estructura en jerarquías; nada nuevo, ya que todas las religiones postulan lo mismo. Y postula que las almas están en un perpetuo proceso de nacimiento y destrucción, y razona que la cantidad de almas es limitada y de muy lento crecimiento, de tal modo que la cantidad de almas disponible en el cielo es prácticamente constante. (Esta idea la leí también en un cuento denominado Los Vitanuls). Según Doe, las almas después de abandonar el envoltorio de carne y huesos que llamamos cuerpo vuelven al cielo donde son sometidas a un proceso de olvido y donde se le quitan los rastros que su pasada por el mundo terrenal hubiera dejado en ella. A este lento proceso de olvido se le llama des-impregnación.
De lo anterior deriva que cuando el alma no ha sido completamente des-impregnada y vuelve a ocupar otro cuerpo, este ser humano (para Doe cuerpo + alma = ser humano) tiene momentos en que le parece que ya ha visto algo, o tiene la sensación de haberlo vivido: esto es solamente reminiscencias inconcientes de su alma.

Deduce Doe, que ninguna alma ha ocupado un cuerpo sin haber pasado por este proceso de des-impregnación; de ahí que, aunque un alma se vuelva a materializar (ese es el termino usado por Doe) nunca recuerda sus pasadas existencias. Aquí me dije que de ser verdadera esta teoría, el resultado es casi idéntico a la idea de: un alma una vida; ya que la vida es un continuo aprender, y todo lo aprendido tiene sentido en tanto se recuerde, en el momento en que se olvida es como si no se hubiere vivido. Esto es valido desde un punto de vista subjetivo, ya que objetivamente si usted ha vivido un instante y no lo recuerda, esto no quita el hecho de haberlo vivido. Un ejemplo de eso es lo vivido antes de los siete años, periodo que la mayoría de las personas no recuerda y que para muchos es como si no se hubiera vivido.

No aburriré al lector con mayores detalles del opúsculo de Doe, solo diré que, basado en ello se me ocurrió una idea y escribí la historia de la escasez de almas.

Escasez de almas


En el Almacén General De Almas, el Jefe De Logística se pasea preocupado. Debido al aumento de la población, el stock de almas humanas nuevas y sin usar se encuentra en un nivel muy bajo; en el pasado, esto no había ocurrido, ya que con las continuas guerras, pestes, cataclismos y enfermedades la población no había aumentado hasta el nivel actual. Pero, ahora, debido a la creciente bonaza económica y un largo periodo de paz, la especie humana había crecido en forma casi exponencial bajando la cantidad de almas disponibles.

Si se considera que el número de almas a mantener en reserva fue casi constante durante los últimos milenios (un milenio es solo cosa de minutos en el cielo), el jefe de logística no se había preocupado de recuperar el surtido. Y eso le preocupaba, (siempre quiso dar la sensación de eficiencia y este descuido podría empañar su prestigio).

Y este descuido no era cosa menor, dado que el Departamento De Producción se demoraba varios milenios en fabricar almas nuevas. Era este un proceso lento y complejo, lo que sumado a que la fábrica de vida se encontraba atendiendo la creación de nuevos mundos en ignotos universos, y si añadimos que la mayoría de sus empleados habían sido derivados a esas tareas; la recuperación del stock de almas humanas en un corto tiempo seria algo muy difícil.

El Jefe De Logística sabia que siempre podría echar mano de las almas usadas ya que después de utilizada un alma, generalmente esta queda almacenada en un repositorio especial en la gran sección de almas usadas del almacén, en el largo proceso de des-impregnación siempre y cuando esta hubiera quedado relativamente en buen estado y no hubiera sufrido daño significativo durante su uso terrenal. De lo contrario, el alma usada es irreversiblemente desechada.

Pero, desde la sección “Nacimientos” le estaban llegando nuevas solicitudes de almas y el debía entregarlas a la brevedad si no quería entrar en conflicto con el jefe de esa sección, personaje mejor colocado que él en el complejo andamiaje jerárquico de El Cielo. Por tal motivo, y a regañadientes tomo el teléfono y decidió advertir al Gerente de Asuntos Terrenales lo que estaba sucediendo.

Era el gerente alguien curtido en toda clase de problemas, de temperamento calmo y frío y de carácter orientado a la acción por lo que decidió encarar el tema de inmediato citando a todos sus subalternos involucrados en el problema a fin de recabar información y tomar una decisión acertada.

Al mismo tiempo, sobre el puente ferroviario que cruza el río Traiguien a la entrada de la ciudad de Victoria, un hombre se lanzaba al vacío desde los 80 metros de altura del puente. Otto Tamm descendiente de madre suiza y padre alemán, decidió matarse después de considerar que su vida estaba llena de sufrimientos y que ya no valía la pena vivirla. En efecto, una serie de reveces, lo había llevado, primero, a perder a sus padres, y la mala administración de su heredad lo llevo a la ruina, hecho que causó que su mujer, de quien estaba profundamente enamorado, lo abandonara llevándose con ella a sus dos hijos. Y segundo, una larga y penosa enfermedad le roía sin piedad sus entrañas y le causaba insufrible dolor. Por tal motivo había caído en una profunda depresión; la que aumentó cuando sus amigos, (producto de su constante malhumor), uno a uno lo fueron dejando solo.
Por ello, Otto fue incubando una fría inquina contra la vida y contra Dios. Y ahora, después de largos años de sufrimiento, resentido y odiando profundamente la vida se lanzaba al vacío.

Mas allá, solo a unos cuatro kilómetros, el viejo doctor Ruiz, pediatra perpetuo del hospital de Victoria que atendía al poblado, ayudaba a dar a luz al hijo de Carmen; primeriza que, aterrada y dolorida, comenzaba con el trabajo de parto.

El Gerente, ya tenia una idea general de lo que estaba pasando y resolvió que estando este tema bajo el radio de acción de su cargo le correspondía darle solución y decidió darle un corte rápido. Prontamente desecho la alternativa de restringir la cantidad de nacimientos, aunque con ello bajaría la demanda de almas nuevas; también desechó la posibilidad de aumentar la mortalidad con lo que se dispondría de una gran cantidad de almas usadas, ya que esta solución solo la podría aplicar el nivel superior y estaba restringida su uso solo a Los Tiempos Finales. Decidió entonces trabajar en dos frentes, aumentando la producción de almas nuevas lo más velozmente posible, y haciendo uso de las almas ya utilizadas y en stock, ambas soluciones no del todo satisfactorias ya que cada una tenia sus inconvenientes; especialmente la ultima, ya que el reutilizar las almas usadas sin el necesario periodo de des-impregnación podría acarrear consecuencias impensadas, ya que si este periodo era demasiado corto el alma no se desharía de todos sus lastres traídos desde su vida terrenal.

Por eso, y ante el riesgo de que los seres humanos que estaban naciendo lo hicieran sin alma, lo que sería aun peor, y casi imposible de corregir en el futuro, decidió ordenar la disminución del periodo de des-impregnación de las almas. Y autorizó su uso con restricciones.

Ya sea que el memorando que recibió el Jefe de Logística estaba mal redactado, o este le dio una interpretacion errada, el asunto es que las almas usadas fueron reutilizadas casi sin periodo de des-impregnación.

En el preciso momento en que Otto Tamm, dio con su humanidad en el suelo y su alma abandono su cuerpo exánime, nacía el hijo de Carmen,

Otto no sabia donde estaba, las luces, la sangre, y su cuerpo (le pereció otro cuerpo). En Fin, todo a su alrededor estaba impregnado de vida. Abrió los ojos, se demoró unos instantes en reconocer el lugar. No había muerto, estaba vivo, lleno de esa vida que el odiaba y en el instante en que el presente de un alma se vuelve pasado y es olvidado, en un grito sobrehumano plasmó toda su decepción.

El grito del recién nacido asustó al viejo doctor Ruiz, el que estuvo a punto de soltar al niño, asustado y receloso creyó ver un destello de odio en la mirada del infante y cuando le auscultó la pupila pudo ver el cansancio vital de toda una vida en el fondo acuoso de esos ojos.