viernes, octubre 24, 2008

Una tarde de familia


Es bueno estar en familia. Sin lugar a dudas, es bueno saber que se tiene alguien cerca que te puede ayudar o consolar, es bueno conversar, solo eso.
Ayer reflexionaba sobre este tema, mientras estaba con mis hijos, (mi mujer no se encontraba) y me dije que soy afortunado, me siento a gusto con mis hijos, ya todos jóvenes profesionales, y me digo que esto es el pago de la vida a tanto esfuerzo. Momentos, solo eso, instantes que se quedan en la retina, que se escriben en el libro de la memoria. Y me dije que soy un hombre con suerte, ya que puedo sentarme a conversar con mis hijos y estos no se sienten coludidos, culpables ni agradecidos, sino que son tal cuales son.
Y eso es lo que quiero, personas libres que estén conmigo porque quieren estar, sin culpas, sin presiones y charlar no importa de qué, solo la charla por la charla, de vez en cuando tocar un tema personal, pero sin invadir los espacios.

Un Instante


En un lugar del pasado,
Perdido fatalmente en
lo vivido o lo soñado,
debe haber un deseado
instante feliz y no olvidado

al que volver quisieras
y aunque pudieras
no lo harías,
ya que aferrado al presente
caminas indolente y sin mirar
atrás, crees que eternamente
se perderá el momento
en que la felicidad
estuvo presente

y si lo vislumbraras,
si estuviera a tu alcance,
no volverías a perderte
en ese instante
Urgido por la necesidad de llevar el pan a la mesa, he estado alejado de este blog, y, además, he atravesado por un periodo de aridez intelectual, p0r lo que no ha germinado ni una idea en mi cabeza. Pero, hoy he decidido publicar viejos escritos y aquí los dejo...