sábado, abril 05, 2008

Sobre una obra de Doe

En un viejo estante de una aun más vieja librería de Buenos Aires me encontré un opúsculo titulado, “Alma espíritu y otras cosas”, editorial Buena Nueva, 1964, lo firmaba un tal Juan Doe. Y en el avión de regreso a Chile me entretuve en su lectura, la que me resultó un tanto extraño.

Postula el señor Doe que el cielo se estructura en jerarquías; nada nuevo, ya que todas las religiones postulan lo mismo. Y postula que las almas están en un perpetuo proceso de nacimiento y destrucción, y razona que la cantidad de almas es limitada y de muy lento crecimiento, de tal modo que la cantidad de almas disponible en el cielo es prácticamente constante. (Esta idea la leí también en un cuento denominado Los Vitanuls). Según Doe, las almas después de abandonar el envoltorio de carne y huesos que llamamos cuerpo vuelven al cielo donde son sometidas a un proceso de olvido y donde se le quitan los rastros que su pasada por el mundo terrenal hubiera dejado en ella. A este lento proceso de olvido se le llama des-impregnación.
De lo anterior deriva que cuando el alma no ha sido completamente des-impregnada y vuelve a ocupar otro cuerpo, este ser humano (para Doe cuerpo + alma = ser humano) tiene momentos en que le parece que ya ha visto algo, o tiene la sensación de haberlo vivido: esto es solamente reminiscencias inconcientes de su alma.

Deduce Doe, que ninguna alma ha ocupado un cuerpo sin haber pasado por este proceso de des-impregnación; de ahí que, aunque un alma se vuelva a materializar (ese es el termino usado por Doe) nunca recuerda sus pasadas existencias. Aquí me dije que de ser verdadera esta teoría, el resultado es casi idéntico a la idea de: un alma una vida; ya que la vida es un continuo aprender, y todo lo aprendido tiene sentido en tanto se recuerde, en el momento en que se olvida es como si no se hubiere vivido. Esto es valido desde un punto de vista subjetivo, ya que objetivamente si usted ha vivido un instante y no lo recuerda, esto no quita el hecho de haberlo vivido. Un ejemplo de eso es lo vivido antes de los siete años, periodo que la mayoría de las personas no recuerda y que para muchos es como si no se hubiera vivido.

No aburriré al lector con mayores detalles del opúsculo de Doe, solo diré que, basado en ello se me ocurrió una idea y escribí la historia de la escasez de almas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario